jueves, 29 de diciembre de 2011

Funambulista.

Qué valientes los funambulistas, que arriesgan su vida para dar espectáculo, a tantos metros de altura, por la cuerda floja. Sólo tiene la red para protegerle de los golpes, de la caída, si la cuerda falla... Golpe. Dolor. Fracaso. Cada uno es el funambulista de su función, el protagonista que hace al público apreciar el suelo que pisa. Los amigos son la red, y cada vez que el artista cae de su cuerda está ella para salvar el golpe, y las distancias, y cuando no están todo es más oscuro, el cielo no brilla de aquella manera, ni sus ojos, ni su sonrisa, ni su pelo, todo es peor. Cuando un funambulista cae de la cuerda y no hay red, cae hasta el fondo, porque no tiene nada a lo que aferrarse y que le evite las heridas y el llanto de la caída, de la pérdida. si hay amigos, nunca será un fracaso absoluto, y cuando no está y fallamos... Pero el espectáculo debe continuar.

La vida es un circo lleno de tristes payasos pintados de colores alegres, y en su cara se forma un arcoiris causado por las lágrimas iluminadas por los focos en mitad del escenario, que es cada día, aunque duela.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Camino.

Poco a poco vamos entendiendo que le damos demasiada importancia al camino, cada uno va por el suyo, y a menudo no dejamos que se cruce con el de otras personas. Y no nos damos cuenta de que lo mejor del camino es compartirlo, dejar huella, quizá no en la historia, pero sí en otras vidas. Lo dijo Machado y lo cantó Serrat. Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Que sí, que el camino está lleno de piedras, pero es el camino a seguir. Y si lo compartes, por muchas veces que caigas al suelo tienes a alguien que te ayuda a levantarte. Que cuando se te viene el mundo encima siempre habrá alguno que comparta la carga contigo, para que pese menos. Pero no es el camino, son las personas lo que te llevará al final, o no, en realidad no, no hay final, el camino sigue, sin detenerse un minuto a descansar, a lo largo de toda nuestra vida, y no hay nada que hacer para evitarlo. En conclusión, cada uno es su camino.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Toda la vida.

- Bueno, adiós. Ha sido una buena tarde, pero tengo que irme ya.
- Ah... Me olvidaba de decirte que...
- Dilo.
- Que tengo unas ganas de hacerte el amor que no te puedes ni imaginar. Pero esto no se lo diré a nadie, y menos a ti. Deberían torturarme para obligarme a decirlo.
- ¿Decir qué?
- Que quiero hacer el amor contigo. No una vez solo, sino cientos de veces. Pero a ti no te lo diré nunca. Solo si me volviera loca te diría que haría el amor contigo, aquí, delante de tu casa, toda la vida.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Contraadicciones, obsexiones y melancoholías.

La lluvia mojándome la cara, el frío mordiéndonos la piel y los corazones calientes, mojados en el café de las cinco, y el labio inferior con sangre de tanto morderlo para callar, por miedo a hablar, pero los ojos dicen lo que las palabras no pueden, aunque le hagamos menos caso. Gran error. Una mirada vale más que mil palabras. Planes de futuro, no, castillos en el aire. Castillos sin princesas. Ahora las princesas son como la vida, muy putas. No aprecian al príncipe, y cuando le pierden, se arrepienten. Quizá no sabían lo que tenían hasta que lo perdieron. Mentira. Siempre lo supieron, lo que pasa es que nunca pensaron que lo perderían. Contraadicciones, obsexiones y melancoholías, resumen de los pecados por cometer, de las ganas que saciar. Mientras tanto, noches de soñadores locos, de co-razones rotos y promesas por sincumplir. Porque están pendientes, pero no las cumplirás. Y así seguimos.

Slowly.

- No mires tanto por mí.
- ¿Y por quién miro si la persona que más me importa no es feliz?¿Para qué quiero serlo yo?
- No tengo palabras para eso.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Algo saldrá de todo esto.

Sácame el corazón, chico, o sácame una sonrisa.

Re sobre La.

Tras dar mil vueltas de campana bajo las sábanas me he dado cuenta de lo difícil que me resulta escribir muchas veces, sobre todo aquí, y a la vez es más sencillo que en ningún otro lado. No le busques sentido a lo que escribo, porque a veces ni yo misma lo encuentro, simplemente dejo que mis dedos se deslicen sobre este teclado maltrecho y al que le faltan teclas, por escribir de forma compulsiva cada pensamiento que me viene a la cabeza, para no publicarlo, simplemente por escribirlo, y que parezca más real que la noche anterior cuando te levantas. Domingo lunes de resaca y sexo, sin lo sgundo, pero con sueño, porque no has dormido, y la rescata el silencio, la oscuridad y una botella de ron, como si fuera un pirata, que falla cuando intenta asaltar y ocupar algún que otro corazón. Y no es masoquismo, simplemente es que me gusta demostrarme si realmente me importa aquello que quiero conseguir, hasta dónde estoy dispuesta a llegar, jugar a caminar sobre la cuerda floja, sin re debajo de la cuerda vocal que endulza su nombre, o la que da color a su risa, ni Mozart con su magia en los dedos fue capaz de crear algo tan maravilloso, ni Picasso de pintar algo la mitad de bello que su cara cuando ríe, y todas esas tonterías de niña enamorada de la vida, que cada cosa le parece buena, incluso los golpes, que son la experiencia de las letras, y de vez en cuando cae de la nube y se da cuenta de que sólo es una niña más del mundo que se sueña escritora de cosas que no son suyas, pro que sueña con las manos en un teclado desgastado, en las noches de sueño sin él.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Lo que el tiempo se llevó.

Qué suerte tenerle en tu vida, ¿no? Es tan simpático... No hace mucho que os conocéis, pero a ti te parece como si llevaseis juntos toda la vida. Te fías de él. Parece perfecto. Aún recuerdo algunas cosas que nos decíamos:

-Boba.
-Tonto.
-Tienes una sonrisa perciosa.
-¡No te cortes el pelo!
-Guapito.
-El español no baila.
-El cubata se baila, pero el chupito no, porque no se puede.
-Un cuarto de libra con queso.
-¿Qué me cuenta mi sonrisa favorita?
-¡Un respeto!
-¿Respeto? JAJAJAJA ninguno.
-Y de chicas... ¿Qué tal?
-Felicidades!
-Me lo he pasado genial hoy.
-Que te quiero.
-Uuuuuyyyyy...
-Chist! Tú calla jajajaja.
-Gracias por ayudarme, de verdad.
-Deberías irte a dormir.
-Sí, debería.
-Buenas noches guapito, un beso.
-Adiós!! Un beso!!

  Miles de recuerdos más.

Pero ahora, ¿qué queda? Sólo eso, recuerdos. Sientes que ya no está, y te asusta, no quieres perderle. Pero tu sexto sentido dice que se está yendo, dejando un corazón devastado por las tormentas, sin calor, sin sol, inhumano. Y cambia el brillo de tus ojos... Otra vez.

martes, 6 de diciembre de 2011

Y no sabes lo que siento cuando te hago sonreír.

Pero ya no sonríes. Joder. Y no puedo preguntarte por qué. Es frustrante. Y aunque pudiera no lo haría, no sabría cómo hacerlo. Te pierdo, y me da rabia por no saber cómo evitarlo. Que todo lo que decía Carlos Salem con sus Co-Razones es verdad. Que no tengo cojones de decirle que no a nada. No soy capaz. Y esos sueños que en sueños quedan, y la falta de valor para pedirle realizarlos. Y le pierdo, a él, a su sonrisa, a sus rizos, todo por lo que he luchado. La esperanza y las ilusiones, que también luché por ellas y ellas me abandonan ahora, valientes cobardes. Y yo también cobarde.


¿Sabéis qué? Que después de todo, ni siquiera sé si lo que he escrito tiene el más mínimo sentido, o si son todo incoherencias de una loca con demasiado miedo para decir lo que siente fuera de sus textos, o de sus tablones. Pero eso a nadie le importa, ni a la loca le importa siquiera, porque hoy se empieza a morir por dentro y siente los tejados en el suelo y el suelo en el cielo.


Y lo único que quiero es que llegue alguno más loco que yo, y yo sea la cuerda que nos sujete mientras hacemos puenting sobre la tristeza, dando un salto de alegría.

No tengas miedo.

Dijimos a Campanilla que al vino, vino y a Peter, pan.

Ese caos de tu interior.

Todo lo que debes hacer es ponerte los cascos, echarte al suelo y escuchar el CD de tu vida, canción tras canción, sin saltarte ninguna, todas han pasado y todas servirás de una forma u otra para seguir adelante. No te arrepientas, no te juzgues, sé quien eres y no hay nada mejor en el mundo. Pause, rewind, play, una vez, dos, tres, una detrás de otra. Nunca detengas el reproductor, sigue grabando, mezclando los sonidos para poder explicar el caos que sientes dentro. Y si te sale una lágrima mientras lo escuchas, no tengas miedo, es como la lágrima de un fan cuando escucha su canción favorita.