lunes, 19 de diciembre de 2011

Re sobre La.

Tras dar mil vueltas de campana bajo las sábanas me he dado cuenta de lo difícil que me resulta escribir muchas veces, sobre todo aquí, y a la vez es más sencillo que en ningún otro lado. No le busques sentido a lo que escribo, porque a veces ni yo misma lo encuentro, simplemente dejo que mis dedos se deslicen sobre este teclado maltrecho y al que le faltan teclas, por escribir de forma compulsiva cada pensamiento que me viene a la cabeza, para no publicarlo, simplemente por escribirlo, y que parezca más real que la noche anterior cuando te levantas. Domingo lunes de resaca y sexo, sin lo sgundo, pero con sueño, porque no has dormido, y la rescata el silencio, la oscuridad y una botella de ron, como si fuera un pirata, que falla cuando intenta asaltar y ocupar algún que otro corazón. Y no es masoquismo, simplemente es que me gusta demostrarme si realmente me importa aquello que quiero conseguir, hasta dónde estoy dispuesta a llegar, jugar a caminar sobre la cuerda floja, sin re debajo de la cuerda vocal que endulza su nombre, o la que da color a su risa, ni Mozart con su magia en los dedos fue capaz de crear algo tan maravilloso, ni Picasso de pintar algo la mitad de bello que su cara cuando ríe, y todas esas tonterías de niña enamorada de la vida, que cada cosa le parece buena, incluso los golpes, que son la experiencia de las letras, y de vez en cuando cae de la nube y se da cuenta de que sólo es una niña más del mundo que se sueña escritora de cosas que no son suyas, pro que sueña con las manos en un teclado desgastado, en las noches de sueño sin él.

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